El sector industrial forma parte de las principales actividades del sector productivo. Sin embargo, dicha actividad está reflejando a través de los años una disminución en su contribución relativa al PIB y en el empleo. Por este motivo, el Texto Único de la ley 76 del 2009 de fomento y desarrollo del sector industrial es de suma importancia ya que busca mejorar la productividad y la competitividad de este sector.
La industria en Panamá después de la apertura comercial con la entrada a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1997, ha crecido poco y su participación en el PIB nacional ha disminuido con cifras que van entre 5 al 6 por ciento, sin lograr posicionar la actividad en el sitial de hace más de 20 años cuando aportaba el 11.9% del PIB total (1996). Las exportaciones son importantes para que el sector se fortalezca y recupere terreno, al considerarse como un motor de crecimiento nacional. Lo anterior representa un reto permanente para la industria local, al tener que enfrentarse con un entorno de constante cambio y de alto nivel competitivo.
El sector emplea gran cantidad de mano de obra en nuestro país, siendo la 5ta actividad que ocupa a más personas. La misma logró al 2019 generar 144,786 empleos que representó el 7.5% del total de ocupados. Sin embargo, debido a la desaceleración económica y la contracción de la actividad, se ha visto afectado la fuerza laboral del sector industrial que en 2007 generaba el 8.9% de la ocupación nacional.
En cuanto a las exportaciones de bienes industrializados, también se han visto afectadas pasando de 24.9% en el 2012 al 14.7% para el 2019 con relación al PIB industrial. Dichas exportaciones son destinadas a los países de Centro América y el Caribe (principal destino de las manufacturas panameñas), seguido por Norte y Sur América y Europa. Sin embargo, hay oportunidades de expandir su inserción a grandes mercados, para lo cual Panamá debe ampliar las exportaciones de bienes manufacturados de actividades ya existentes y de nuevos productos, añadiendo más valor en los productos y para ello se necesita también ser innovador, aprovechar la ubicación de las riberas del Canal y la ampliación de éste, zonas francas y ensambladoras y de la plataforma logística internacional de servicios, así como de la apertura comercial a través de la OMC y de los tratados de libre comercio (TLC) establecidos.
El Centro Nacional de Competitividad realizó un estudio sobre las exportaciones de bienes y se consultó a empresarios con experiencia en la industria y en la exportación. ¿Por qué no se exportan más bienes? Ellos indicaron que existen variables que han afectado las exportaciones de bienes y que se convierten en obstáculos directos para exportar más. Entre ellos: (1) Costo laboral: el salario mínimo se ha incrementado en los últimos años, sin considerar la productividad laboral posicionándose como uno de los más altos de la región. (2) Tipo de cambio: las variaciones de los tipos de cambio afectan profundamente a la producción, al empleo y a la inflación. El comportamiento de las divisas de los principales socios comerciales de Panamá refleja que el dólar se ha fortalecido en comparación a éstas, encareciendo nuestras exportaciones y favoreciendo a las importaciones. (3) Trámites: existen trámites previos a la exportación, como certificaciones y permisos, donde los empresarios indican estar confrontando mayores inconvenientes por los costos y las demoras en los procesos. (4) Incentivos: el país cuenta con incentivos para la exportación, pero no se entregan de forma oportuna, dilatándose hasta por más de tres años. Esto afecta las operaciones de las empresas y desincentiva la exportación. (5) Productividad: no se cuenta con la fuerza laboral capacitada que permita elevar la productividad de las empresas y la producción no sufre una transformación (entendiéndose ésta como el agregar valor a los productos) por lo que se mantiene una limitada oferta exportable.
El Texto Único de la ley 76 del 2009 de fomento y desarrollo del sector industrial se convierte en una herramienta importante para el sector industrial pues, busca mejorar la competitividad y productividad de sus empresas, resaltando la importancia de incrementar su actividad económica, de forma sostenible e incorporando la innovación. El mejorar el desempeño de las industrias (de cualquier tipo) y de las exportaciones industrializadas que han quedado rezagadas es vital para que el sector se fortalezca en los mercados que ya accede y también logre entrar en nuevos mercados, respondiendo a las demandas internacionales, optimizando el uso de los recursos con los que se cuentan, siendo más productivos y competitivos. Avanzar con dinamismo y capacidad de adaptarse a los cambios también es un reto, y para todo ello el Texto Único de la ley 76 del 2009 de fomento y desarrollo del sector industrial constituye una herramienta útil.
Autor: Centro Nacional de Competitividad